viernes, 17 de diciembre de 2010

Cuatro muchachos impacientes charlan amablemente en la mesa de un bar. Bebe de cara a unas escasas, pequeñas, esmirriadas estrellas de ciudad. Uno sale hasta la puerta de calle, echa un buen vistazo al rededor. Solo da con un silencio de león. Todos miran por enésima vez las manecillas del reloj. Hay un par de celulares que titilan como titilan las 8 pupilas de los flacos. Por el alcohol, el tabaco y el tiempo echado a perder. Beben como cualquier parroquiano. La vista fija en el vaso, y el vaso en el ayer. Uno amaga a levantarse y empieza a saludar a los demás. "no te vayas. Solo una botella más" y mientras se oye el tintineo de los vasos al chocar. Todos piden un deseo, cruzan dedos para que aparezca Carmen. Linda, vieja, joven Carmen. Entre tus piernas la vida se hace un poco más amiga (una amiga con ventaja)

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