viernes, 2 de marzo de 2012

Yo no creo en la mala suerte, pero estos días me están demostrando que eso realmente existe, y que soy más estúpida de lo que pensaba. Comenzando por el miércoles, estaba yendo a la facultad y cuando salí no estaba lloviendo. Iba feliz en el colectivo, con el gps en la mano esperando que ese puntito azul titilante nunca se equivoque porque  sería un caos. Resulta que cuando eficazmente me bajé del colectivo, no caminé dos pasos que empezó a llover. Yo creo que no hubiese sido tan grave si hubiese llovido literalmente, pero era esa llovizna de meo de ángel, que para las personas como yo que esta sociedad injusta nos obliga a plancharnos el pelo, es literalmente una cagada. Lo más raro, fue que después de caminar 2 cuadras y cruzar toda la 9 de julio en 15 minutos (porque llego justo para cruzarla en 3 veces, y está comprobado cientificamente) mi pelo estaba intacto, dioso. Pero, claramente, Dios me ilusionó porque al otro día me la dió por el culo, básicamente. El jueves, me levanté de una gratificante siesta de 5 hs, y pensé que nada iba a poder arruinar esa felicidad hermosa y tan sencilla. Las necesidades fisiológicas hicieron que vaya al baño, y mi impaciencia hizo que llevara el celular para poder seguir charlando con Tonga. Todavía no se como pasó, yo solo se que me levanté, y cuando me di vuelta se me resbaló el celular de la mano y cayó DIRECTAMENTE al inodoro. Creo que tardé 5 minutos en darme cuenta de lo que realmente estaba pasando. Lo sequé, lo metí en arroz (dios mio), me lo metí en el ojete y me lo saqué, pero nada funcionó. Al principio andaba bárbaro, después dejaron de andar los parlantes, después aparentemente estaban trabados los botes, para finalmente apagarse y nunca más prender. La cosa fue cruel como notaran, porque si hubiese sido de una que se apagaba y no prendía más, no me hubiese ilusionado. Pero no, se ve Dios no solo no me quiere, sino que me odia. 
Hoy viernes, fui a intentar hacerlo arreglar. Fue en vano claramente. Así que fui al alto palermo, no me compré nada, comí sushi e hice un desastre en el lugar. Pero lo más importante: mi mamá sintió lástima por lo que me estaba pasando, y me dijo que vaya a claro y que saque el celular que quisiera. Después de una larga meditación y una larga discusión con el *611, Facundo (el chico que me atendió) y yo llegamos a la conclusión que el celular indicado era una blackberry (todo esto encontra de mis principios), pero no el que tienen todos, uno lindo. En fín, después de un largo día y cuando había conseguido la paz que solo me da la cama, decidí mover mi enorme culo hasta claro. Puse un pie adentro y el seguridad me dice: linda, se cayó el sistema. Noooooooooooooooooooo, explicame!!!!!!!!!! esto es una joda!??!?!?!
En fin, 3 días al hilo, vengo de racha e. Ahora tengo que estar todo el fin de semana estudiando, porque como era de esperarse, lo dejé para último momento.  

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